Reseña | El Retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde

Nº de páginas: 256
Editorial: ALMA EUROPA
Idioma: Castellano
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788417430290
Año de edición: 2019
Plaza de edición: ES
Fecha de lanzamiento: 06/03/2019
El retrato de Dorian Gray me parece una obra en general brillante.
Destaco sobre todo el personaje de Henry, quien es el que más juego da en toda la obra, diría que incluso más que el propio Dorian, que acaba siendo un producto manipulado por Henry. Dorian no tiene una personalidad propia, sino que esta es controlada por Henry durante toda la obra, en los momentos de arrepentimiento siempre es Wotton quién vuelve a hacer que Dorian sea indiferente y no se arrepienta por sus actos, apagando cualquier atisbo de culpa. Basil no me parece un personaje muy destacable, aunque obviamente tenga su relevancia, al parecer la importancia de su existencia es meramente haber creado el retrato de Dorian Gray.
Wilde ha reflejado en esta obra un intenso pensamiento filosófico sobre el sentido de la vida y de la naturaleza humana, de la belleza y de la juventud y del concepto de arte. En este último aspecto cabe resaltar la muerte de Sibyl Vane, en un discurso de uno de los personajes se deja entrever que su trágica muerte ha sido el mayor papel de su vida.
Considero hasta el capitulo 10 lo mejor del libro, es donde realmente se aprecia los grandes cambios de Dorian Gray y el gran influjo de Henry Wotton, los avances y retrocesos del protagonista hasta que finalmente cede ante su destino de que el cuadro sea el que asuma sus pecados. El capitulo 11 supone un decaimiento de la novela que rompe con la lectura e intriga que se había mantenido anteriormente, aunque recupera el hilo a partir del capitulo 12, pero no lo hace con tanta fuerza como la primera parte.
Al principio todo había sido desarrollado con lentitud, pero nunca había nada que te hiciese perder el interés. En la segunda parte surge todo de manera más apresurada y el final es demasiado precipitado.
Podemos intuir que la decisión de acabar con el cuadro es por arrepentimiento o un sentimiento de vergüenza, pero en el libro apenas podemos intuir los pecados de Dorian Gray, estos quedan a nuestra imaginación. De hecho, solo es el caso de Sybil Vane el que se explica, siendo en el resto de la novela una mezcla de actitudes negativas y manipulación, pero nunca explicando realmente sus pecados. El autor podría haber jugado más con esta cuestión.
Exceptuando estos detalles, es una obra bastante completa y digna de leer.
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